Marruecos, el equipo favorito del Emir de Qatar que hace historia en el Mundial
A falta de Qatar, bueno es Marruecos. El Emir del país anfitrión del Mundial, Tamim bin Hamad Al Thani, está disfrutando y de lo lindo con los históricos resultados que cosechan los apodados como Leones del Atlas. Pese a ser un país que se encuentra a 7.000 kilómetros de distancia y que apenas cuenta con inmigrantes en el país, la conexión intelectual y emocional entre marroquíes y qatarís es más fuerte que nunca.
«Son el único equipo musulmán que queda vivo en la competición. Es hora de que nuestra religión haga algo importante en una competición de fútbol. Estamos más ilusionados que nunca», destacan personas que trabajan dentro de Comité Supremo del Mundial pero que se prefieren mantener en el anonimato por tener que aparentar ser imparciales.
Tamim bin Hamad Al Thani está acudiendo a casi todos los partidos del equipo marroquí después de ver eliminado a Qatar en la primera fase haciendo un papel menor en el Mundial. El mandatario ha celebrado enérgicamente los goles del equipo rojo e incluso se ha podido ver como los rascacielos de la ciudad se teñían con los colores de la bandera del país cada tarde en el downtown de West Bay.
Lo cierto es que el éxito de Marruecos no sólo ha contagiado al pueblo qatarí, sino que todos los fanáticos árabes del fútbol desplazados hasta Doha se han venido arriba con los chicos entrenados por Walid Regragui. «Siempre fuimos un fútbol que estuvo a la sombra de Europa y de América. Ahora ha llegado nuestro momento, en casa», destacan aficionados marroquís consultados por este periódico en las calles de Doha. El Souq Waqif se ha convertido en su territorio las 24 horas del día y la llegada de aviones procedentes desde Rabat no se ha detenido en los últimos días.
Todos a una
El mundo árabe jamás había albergado como organizador un evento mundial como éste y quizá por eso los resultados nunca antes habían llegado. Las mejor clasificación de un equipo musulmán hasta la fecha habían sido unos cuartos de final rompiéndose una barrera de casi 100 años de historia.
Marruecos ha marcado un hito en la historia de las competiciones porque además se trata de la primera vez que un equipo africano alcanza las semifinales de un Mundial. Tamim bin Hamad Al Thani espera conseguir que el domingo haya una enorme fiesta que una al mundo árabe después de algunos años de tensiones entre diversos países de la región. Sería la guinda definitiva a un Mundial que el pueblo musulmán nunca olvidará.